Descubriendo la inocencia.

Ilustración @dehermo

¿Cuántos somos, los Seres Humanos, que en un mismo instante, ahora, nos conmueve la inocencia de un niño? ¿Cuántos somos, los que alcanzamos la gracia de compartir con ellos, risas, llantos, abrazos, caricias, esperas? ¿Cuántos somos, los que nos sorprenden su canto, su danza, su música, su creatividad?

De él, aprendemos a Ser más Humanos, auténticos, simples, confiados, observadores y observados.

Cada día una sinfonía de risas me despierta, irrumpe en el más puro Amor de niña, avanza y crea con la imaginación el ahora, esencia de sabor dulce aromas de flores y se dispone a Ser.

Muchas veces me digo, no temas, te sostengo...vamos juntas!

Piedra libre a la niña que está escondida en mí adentroooo... Piedra libre para todos mis compañeroooos... Que buscan a su niñ@, lo encuentran, para salir juntos a jugar la vida.

Verónica Ricardo

" Alcanzar la inocencia adulta conlleva un camino de crecimiento que asume lo recibido y lo convierte, libremente, en don para sí y para todos. Adulto inocente es el que, entre otras cosas, ha decidido confiar, vincularse, ser espontáneo y transparente, ver con el corazón, mantener la ilusión, aceptar el límite, dejar los prejuicios, sostener las esperas." Extracto del libro 'Adultos con corazón de niño' de Alejandro Llorente y María Cristina Pisano.